La nocturia, una consecuencia de la hiperplasia benigna de próstata

Levantarse en mitad de la noche a orinar es algo normal en la mayoría de los casos. Sin embargo, hacer demasiados viajes nocturnos al baño podría ser el síntoma de un problema, especialmente si la necesidad de vaciar la vejiga interrumpe continuamente el descanso y empeora la calidad de vida, algo que se conoce como nocturia. La necesidad de despertarse por la noche para miccionar puede estar causada por diferentes factores, como una infección o una cistitis intersticial, aunque éstos no siempre dificultan el sueño de la persona que los sufre.

Uno de los principales síntomas de la hiperplasia benigna de próstata, que es un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática, es precisamente la nocturia. Enrique Lledó, responsable de la Unidad de Andrología y Cirugía Reconstructiva Uretro-Genital del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, en Madrid, explica que la relación entre estas complicaciones se produce porque “la hiperplasia benigna de próstata condiciona el llenado y vaciado de la vejiga debido a su componente obstructivo”. Según el especialista, “esto reduce la eficacia de los vaciados vesicales durante la micción, por lo que al quedar residuo se produce un aumento de la frecuencia miccional, tanto diurna como nocturna”.

El problema se derivaría, precisamente, de la nocturia, y no de la hiperplasia benigna de próstata. Según afirma Lledó, “aunque una es consecuencia de la otra, muchos pacientes con hiperplasia prostática benigna, que es simplemente una alteración del tejido de la próstata, pueden no manifestar sintomatología; es la nocturia, el síntoma, explica el experto, “lo que altera la calidad de vida de manera importante, reduciendo el descanso y dificultando el funcionamiento social y profesional diario”.

Para detectar la nocturia, y también de forma indirecta la posibilidad de sufrir hiperplasia benigna de próstata, es conveniente llevar un registro de la cantidad de las veces que hay que levantarse al baño. El especialista asegura al respecto que “un paciente con un aparato urinario funcionalmente eficaz y no obstruido de forma importante puede pasar varias horas sin necesitar orinar, como por ejemplo al dormir”; en cambio, “lo habitual en pacientes con nocturia es que se tengan que levantar entre tres y cuatro veces a orinar, lo que impide significativamente el descanso nocturno”.

¿Cómo evitar levantarse al baño por la noche?
En estos casos, Lledó recomienda que lo primero es que el paciente acuda a un especialista para elaborar una historia clínica y hacer una exploración física y otras pruebas complementarias (ecografía renal y pélvica con residuo, flujometría y análisis de sangre). Aunque lo habitual es seguir un tratamiento farmacológico, si este no funciona o existe intolerancia al mismo por parte del paciente, es necesario acudir a la cirugía.

Las personas que sufran nocturia, pueden seguir una serie de recomendaciones para prevenir tantos despertares nocturnos que interrumpen el sueño e imposibilitan el descanso. El especialista aconseja en este sentido “evitar los excesos acumulados de ingestión de líquidos al final del día y repartirla a lo largo del día, huir del estreñimiento, y acudir al urólogo si nota que aumenta la frecuencia miccional o, en cualquier caso, una vez al año a partir de los 50 años o de los 45 si existen antecedentes familiares de primera línea (padres o hermanos) con diagnóstico de cáncer de próstata”.

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